Fundación Histórica Tavera: Guía preliminar de fuentes documentales etnográficas para el estudio de los pueblos indígenas de Iberoamérica


Introducción Venezuela


Por Hermann González Oropesa S.J.

Universidad Católica de Venezuela

Emmanuel Amodio


1. LA POBLACIÓN INDÍGENA Y LA FORMACIÓN TERRITORIAL DEVENEZUELA

El territorio de la actual Venezuela no tuvo ningún tipo de integración político-territorial permanente el período precolombino y sólo en un sentido restringido se puede hablar de un territorio más o menos extenso poblado por grupos étnicos inter-relacionados. De cualquier manera parece no haber existido entre los varios grupos indígenas una cohesión permanente, ni siquiera entre los afines lingüísticamente. Existen datos arqueológicos e históricos que permiten avanzar la hipótesis de la existencia de intercambios más o menos permanentes entre grupos étnicos específicos en las regiones occidentales, a lo largo del Orinoco y en la región oriental, incluyendo algunas islas del mar Caribe. De la misma manera, los Cronistas tempranos aportan datos que demuestran la existencia de alianzas inter-tribales vertebradas ocasionalmente bajo una sola autoridad para emergencias de índole bélica.

La situación de los aborígenes para el momento anterior a la llegada hispana a Venezuela puede describirse como un escalonamiento de diversas formas de cultura que iban desde primitivas bandas de cazadores nómadas, o de grupos de recolectores o cazadores, hasta subir a comunidades sedentarias con relativos avances agrícolas y de riego, con desarrollos de técnicas alfareras de gran perfección o con sitios de almacenaje subterráneos o al descubierto para los granos cosechados. La correlación entre los datos arqueológicos y la documentación histórica arguye una heterogeneidad muy notable y diferencias pronunciadas entre los aborígenes que encuentren los hispanos. En una forma más esquemática se puede decir que la evolución socio-política de las diferentes áreas geográficas de Venezuela es de: Aldeas Simples (hoya del Lago de Maracaibo, llanos centrales, sur del Orinoco); Aldeas Nucleares(Margarita, Sucre, Norte Monagas, Delta del Orinoco); Aldeas Cacicales en diferentes estadios evolutivos (Falcón, Lara; Estados Unidos; Sur de Barinas; Lago de Valencia).

Para la época de la conquista de Tierra Firme por parte de los españoles, las poblaciones indígenas presentes en el territorio de la actual Venezuela de los cuales se tiene noticia, pertenecían en gran parte a las familias lingüísticas caribe y arawaco ( o aruaca ), a las cuales hay que añadir también algunos grupos de lengua chibcha y de otras familias lingüísticas no clasificadas. Entre estos grupos indígenas sobresalían particularmente los caribes del Oriente de Tierra Firma, los wayuu y los llamados motilones del Occidente y los grupos muisca del área andina. Por otra parte es un hecho histórico de que lo que hoy llamamos el "territorio venezolano" no fue un todo integrado sino en una fecha tardía del período hispano. Tenemos que estar conscientes que es un abuso usar el término "Venezuela", para abarcar territorios que ni siquiera era designados con ese nombre cuando hablamos de Venezuela en el período colonial; pero creemos que como la unidad integrada final tiene el nombre de "Venezuela" ese tendrá que ser el término cabal de comprensión a lo largo de la descripción de su proceso evolutivo.

Es comprensible que a más de un estudioso del pasado venezolano, le resulte perturbador el proceso de la conquista del territorio venezolano, porque no se encuentran los rasgos de la epopeya mexicana o peruana. No hubo la toma del poder lograda en esos imperios con el asalto a sus centros urbanos; menos la superposición de un nuevo poblamiento hispano sobre el plan poblacional indígena. En Venezuela los hispanos penetraron desde la costa hacia el interior y trabajosamente fueron fundando ciudades y pueblos, frente a una resistencia indígena que fue más prolongada que la de los grandes imperios incaico y azteca. Fue necesariamente lenta y difícil porque la sumisión y control sobre un paño de tierra defendido por un grupo indígena concreto, no suponía que se hubiera avanzado mucho más. Sería otro grupo diferente, o el mismo anterior solamente replegado, el que exigiría empezar un nuevo avance. La integración de la frontera poblada y dominada por las autoridades españolas, quedó incompleta en muchas partes y todavía en el período hispano del XIX, se planificaban ulteriores conquistas.

Estas dificultades inherentes a la conquista, junto con la constitución de Pueblos de indios por parte de los misioneros, que posibilitó la relativa supervivencia de parte de la población indígenas, permitieron la coexistencia (no siempre pacífica) de españoles, criollos e indígenas, tanto que al final de la Colonia todavía existían poblaciones indígenas en gran parte de las regiones occidental, central y oriental.

2. LOS ARCHIVOS COLONIALES DE VENEZUELA

Antes de la formación del actual territorio de Venezuela, con la fundación de la Capitanía General en 1777, las provincias autónomas de Tierra Firme dependían de Santo Domingo y/o de Santa Fe de Bogotá. En consecuencia, es en los Archivos coloniales de estos dos sitios, y naturalmente en el Archivo de Indias de Sevilla, es donde se puede localizar gran parte de la documentación anterior a la fecha de 1777, para las provincias diferentes de la de Caracas. De cualquier manera, como veremos más adelante, desde la época colonial han existido depósitos documentales de tipo administrativo de interés local que han permanecido, mas o menos mutilados, en los centros administrativos de las varias provincias coloniales. Las acciones de la piratería comenzaron la destrucción de los archivos coloniales que no habían sido atacados por la polilla y la humedad. La dureza de la Guerra de la Independencia y de las subsiguientes guerras civiles, consumaron la destrucción de la mayor parte de los archivos de las provincias orientales, y de los archivos municipales de las ciudades, villas y aun de los documentos parroquiales de ciudades y pueblos. Por esa razón se explica que los grandes archivos centrales desde hace ya varios años hayan buscado obtener copias manuscritas, mecanografiadas, fotográficas o microfilmadas de la historia venezolana, como la documentación sobre indígenas, de archivos europeos (sobre todo del Archivo General de Indias de Sevilla) y de otros archivos latinoamericanos.

Por otra parte, la jurisdicción eclesiástica de las provincias que hoy integran a Venezuela, estuvo asignada a tres diócesis diferentes: Puerto Rico que abarcó las provincias orientales; Santa Fe de Bogotá que comprendía los estados andinos y Barinas, y la diócesis de Caracas que comprendía la mayor parte del territorio actual. Será pues en Caracas (Provincia de Venezuela), Cumaná (Provincia de Nueva Andalucía), Margarita, Guayana y Trinidad, y por último la provincia de La Grita y Mérida, a la que se agregó dentro en complejo proceso la ciudad de Maracaibo, las que se irán a vertebrar finalmente entre sí. Otro aspecto que complica el acceso a importantes archivos contentivos de la estructuración de la vida de Venezuela, es la centralización de los archivos de las órdenes religiosas misioneras fuera del territorio venezolano. La mayor parte de la zona misional correspondió a diferentes provincias españolas de la Orden Capuchina. La Misión de Cumaná estuvo regentada por capuchinos aragoneses. La Misión de Guayana y Trinidad fue campo de acción de los capuchinos catalanes. A los capuchinos navarros y valencianos, le tocaron las tierras misionales de Maracaibo. Una extensísima área comprendía la llamada provincia de los Llanos de Caracas al cuidado de capuchinos andaluces.

Los Franciscanos Observantes ejercieron su apostolado dentro del área que hoy corresponde al estado Anzoátegui, o sea entre el Mar Caribe y el Río Orinoco; pero tenía una estructura dependiente de España y sin apenas vinculación con la Provincia de la Santa Cruz de Caracas, con sus conventos diseminados en el interior del país. La Orden Agustina, cumplió su apostolado no bajo una estructura estrictamente misional, sino con sus Doctrinas dependientes de su sede Central en el Nuevo Reino de Granada. La Orden Dominica ejerció sus actividades venezolanas desde sus casas centrales en el Nuevo Reino de Granada en regiones de los Estados Andinos, Barinas y Apure.

Los Jesuitas que trabajaron en Venezuela, con sus colegios, y con misiones en tierras de los ríos Orinoco, Meta y Casanare, como parte de la Provincia del Nuevo Reino; aunque su área misionera fue modificada por diferentes "concordias" logradas entre las tres órdenes aledañas al Orinoco. Mas aún, con su expulsión en 1767 obviamente esos territorios fueron entregados a otras órdenes: Franciscanos Observantes y Dominicos.

Esta compleja, variada y alternante acción entre las órdenes religiosas dentro del actual territorio venezolano, contribuyó que sus documentos históricos fueran dispersados fuera del ámbito de Venezuela, o incautados por las medidas de extinción de Conventos y supresión de las misiones durante el período republicano. Las casas religiosas centrales que se encontraban en Nuevo Reino de Granada y más en el caso de los jesuitas expulsos, fueron confiscados trayendo en consecuencia la traslación de todos sus documentos a España en donde fueron adquiridos por un chileno y vinieron a parar a la Biblioteca Nacional de Chile.

Por todo esto, es evidente que gran parte de los documentos coloniales de Venezuela se encuentran actualmente dispersos en archivos extranjeros, sobre todo en España en Sevilla, Simancas y en la misma Madrid. A estos archivos hay que añadir también los italianos y los ingleses y naturalmente los de otros países latinoamericanos. De cualquier manera, existen actualmente en Venezuela algunos Archivos de gran interés para la historia colonial, sobre todo los centralizados en Caracas y en las antiguas capitales de Provincia. De estos archivos trataremos particularmente.


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